Bahía de Nápoles, costa Amalfitana y Capri.
(Capítulo IV, Capri)
Con mucho cariño para Simona y su bella familia del hotel Al Mulino, en Anacapri.
Llegamos a nuestro último destino del viaje que nos llevó a estas tierras y mares.
Los perfumes más exquisitos se guardan en recipientes pequeños, quizá eso sea algo apropiado para definir la Isla de Capri.
Os dejo estas fotos que no hacen honor a su belleza, unas palabras y una poesía que allí escribí.
Ubicada en un extraordinario entorno, más allá del mito, prevalece como algo fuera de lo común, y cuando uno viene de estar en el cercano continente que contempla esta insularidad deliciosa, no deja de seguir sorprendiéndose.
Zona de levante de la Isla.
En la isla de Capri, belleza, sentimiento y sobre todo amor, son simplemente cosas entrelazadas en nuestro recuerdo, y que al que os escribe, han creado un vínculo imperecedero.
Su condición de isla es algo atrayente para mí desde la niñez, recuerdo cuando leí por primera vez Robinson Crusoe, marcó mi sensibilidad ante el hecho de la insularidad, la soledad y el aislamiento… Pero, sobre todo la mar.
Zona de poniente.
Quizá yo también, en sentido trópico, soy un poco isla, la soledad, la mar…, un poco Robinson un poco Dantés; o un Luis Alejandro, del primoroso Relato de un Náufrago de Gabriel García Márquez.
En fin, son cosas muy subjetivas que no hacen más que acrecentar mi interés por este magnífico enclave, de historia milenaria y gran belleza, aunque ésta, siempre perecedera como todas, no lo será a nuestros ojos.
Anacapri.
Ciudad y puerto de Capri.
Esta poesía la escribí en Anacapri, aunque ya publicada en mi blog al poco de llegar del viaje, creo que ahora estará bien recordarla engrandecida con la voz del gran tenor napolitano Enrico Caruso.
Capricho tirreno
Quiero quedarme
contigo, ahí para siempre
en mis sueños
anclado a tu orilla
de escarpadas estrecheces
hondo vértigo profundo
y cuevas de colores,
por abismos rodeada
de salado azul turquesa;
cálidos atardeceres de pasión
tórridas noches trémulas
y amaneceres exhaustos,
recluso estoy de tu mirada
faro de luz radiante
que eclipsa al astro en su cenit
liberando de miedo al perdido
en tu mar;
el Amor
sin tiempo ni espacio
solo ello
supera tu belleza
amor,
el Amor.
Fotografía y literatura:
maximenendez
belíssimo conheço bem
Obrigado Maria Luisa!!!! Beisosss
Estive nesses lugares o ano passado, e em mais alguns, amei; uma a Europa é toda linda, amo a Espanha também,só não conheço Gijon. Uma Feliz Páscoa a você. Um grande abraço.
Um grande abrazo Maria Luisa, obrigado!